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Todos los días a todas horas tenemos muchas cosas que hacer, nuestro cerebro se agota y nuestra capacidad de comprender y analizar disminuye. Por lo que debemos crear momentos donde nos desconectemos de todo. Aquí vamos a enseñarte algunas técnicas de respiración que van a ayudarte a mejorar tu concentración.

Respiración

Nuestra respiración influye directamente en nuestra actividad cerebral ya que existen conexiones directas con diferentes partes de la corteza cerebral, donde el pensamiento, imaginación, análisis y percepción se gestan; así como también es la zona más importante y fundamental para retener información y desarrollar aprendizaje.

Según una investigación de la revista Journal Neurophysiology, el cerebro reacciona de diferentes maneras según el ritmo y cambios que voluntariamente hacemos al respirar. Ya sea de forma automática o modificando los ritmos respiratorios.

Existen diversos ejercicios que nos pueden ayudar a mejorar nuestra concentración y a disminuir el estrés. Lo idea es encontrar un lugar cómodo que nos permita realizar nuestras actividades de la mejor manera posible. Algunos ejemplos son:

Respiración diafragmática o abdominal: Es una técnica directamente conectada con el control de nuestro diafragma, el cual es un músculo que separa la caja torácica del vientre. Está técnica es funcional para combatir síntomas como la ansiedad.

Lo primero que debemos hacer es colocar una mano en nuestro pecho y otra en el vientre, después tomaremos aire profundamente por la nariz y vamos a sentir y analizar cuál zona se levanta más al respirar. Realizaremos esta acción continuamente durante 10 minutos, haciendo pequeñas pausas donde soltaremos el aire lentamente por la boca.

Respiración alternada: La técnica como su nombre lo indica consiste en inhalar pero alternando cada una de nuestras fosas nasales. Es un ejercicio de respiración muy sencillo y tiene grandes beneficios ya que poco a poco nos induce a un estado de relajación y calma, donde nuestro cuerpo y mente estarán tranquilos y en paz.

Para realizar esta  técnica nos colocaremos en un lugar cómodo, taparemos con nuestro pulgar derecho la fosa nasal derecha e inhalaremos lenta y profundamente. Después soltaremos el aire y repetiremos el proceso pero con el lado izquierdo, repitiendo el ejercicio durante unos minutos.

Respiración completa: Esta técnica consta de tres fases en las cuales se harán ejercicios de inhalación y exhalación la pose puede ser sentado, acostado o de pie. Los beneficios que brinda esta técnica son muchos, ya que desarrolla nuestra capacidad torácica y nos permite tener el control de inducirnos a un estado de serenidad y concentración.

Para realizar esta técnica debemos colocar nuestras manos en nuestro abdomen, a continuación inhalaremos lentamente llevando el oxígeno hasta el abdomen. Después vamos a retenerlo tratando de expandirlo y llevarlo por todo nuestro cuerpo. Empezaremos a expulsarlo lentamente hasta quedarnos sin aire y repetiremos el ejercicio algunos minutos más.

En la actualidad vivimos en constante estrés, por lo que es importante encontrar herramientas que nos permitan relajarnos. Visita nuestro blog y conoce otras técnicas que podrían ayudarte a mejorar la concentración y productividad. 

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